Aquí te presentamos 10 tips para cuidar tu amigurumi
- Limpieza suave: Para eliminar el polvo, utiliza un paño suave o un cepillo de cerdas suaves. Evita el uso de productos químicos agresivos.
- Lavado a mano: Si es necesario lavar tu amigurumi, hazlo a mano con agua fría y un detergente suave. No lo sumerjas completamente; mejor, humedece un paño y limpia las áreas sucias.
- Secado al aire: Después de lavarlo, déjalo secar al aire. Evita la exposición directa al sol, ya que esto puede desvanecer los colores.
- Almacenaje adecuado: Si no vas a usar tu amigurumi por un tiempo, guárdalo en un lugar seco y fresco. Usa una bolsa de tela para evitar que acumule polvo.
- Evitar la humedad: Mantén tu amigurumi alejado de lugares húmedos para prevenir moho y deformaciones.
- Cuidado con los niños y mascotas: Si tu amigurumi es un juguete para niños, supervisa su uso. Lo mismo aplica si hay mascotas en casa, ya que podrían jugar con él de manera poco delicada.
- Revisar costuras: De vez en cuando, inspecciona las costuras y los hilos. Si ves algún hilo suelto, recógelo o repáralo para evitar que se deshaga.
- No exponer a altas temperaturas: Evita dejar tu amigurumi cerca de fuentes de calor, como radiadores o chimeneas, ya que el calor puede afectar su forma y materiales.
- Evitar la luz directa: Al igual que con el sol, la luz intensa puede decolorar tu amigurumi. Guárdalo en un lugar con luz indirecta.
- Personaliza su cuidado: Si tu amigurumi tiene accesorios o partes delicadas, asegúrate de seguir instrucciones específicas de cuidado que puedan venir con él.