Los amigurumis tienen un origen fascinante que se remonta a Japón. La palabra "amigurumi" proviene de la combinación de dos términos: "ami," que significa tejido, y "nuigurumi," que se refiere a muñecos de peluche. Aunque el arte de tejer muñecos se practicaba en diversas culturas, fue en Japón donde se perfeccionó esta técnica, convirtiéndola en una forma de arte popular en los años 90.
El uso de ganchillo y lana permitió crear figuras adorables y detalladas, desde animales hasta personajes de ficción. Los amigurumis no solo se convirtieron en juguetes, sino también en objetos de colección y regalos significativos. Con el tiempo, su popularidad se expandió globalmente, y hoy en día, estas encantadoras creaciones son amadas en todo el mundo por su capacidad de transmitir cariño y alegría. Así, los amigurumis se han establecido como una expresión creativa que une tradiciones artesanales con un toque de ternura.